Buenos Aires -

"Fue el premio y reconocimiento para todos los jugadores y cuerpo técnico después de tantos años de trabajar fuertemente"
Hoy recordamos en el testimonio de Leonardo Izraelevitch el título y el ascenso de "Los Granjeros" a la Primera "B" en el 2014. En la rueda clasificación Ferro finalizó quinto con 35 puntos (10-5-5) mientras que su rival, SITAS, fue séptimo con 26 unidades. Ambos jugaron la final a dos partidos en Ciudad de Buenos Aires para determinar al campeón. En el primer encuentro igualaron 1 a 1 (Rafael Olmos) y en la revancha el Verdolaga se impuso 3 a 2 (Ignacio Argüello, Enrique Pasman y Gabriel Ruderman), para así lograr el título.

- ¿Qué objetivos se habían planteado al comienzo del año?
- Durante esa etapa de nuestra historia en caballeros los objetivos principales a mediano y largo plazo eran consolidar las divisiones menores que con mucho esfuerzo habíamos logrado completar en su totalidad. En cuanto a la Primera trabajábamos para acortar diferencias con los rivales de mayor jerarquía y empezar a ganarles para ubicarnos cerca del lote de arriba.

- ¿En qué momento del torneo vislumbraste el ascenso?
- A mitad de torneo, cuando viendo el fixture empezamos a darnos cuenta que dependíamos de nosotros para clasificar.

- ¿Qué recordás del ascenso? ¿cómo viviste ese momento?
- Una alegría inmensa y un objetivo cumplido. Fue el premio y reconocimiento para todos los jugadores y cuerpo técnico después de tantos años de trabajar fuertemente. Disfrutar de un logro deportivo dentro de la cancha junto a amigos, mi familia y todo el Club no tiene precio.

- ¿Qué destacarías del equipo?
- La entrega y el salir a jugarle de igual a igual a todos los rivales. Incluso en nuestros primeros años cuando comenzamos la actividad en el 2006 y éramos superados por la mayoría de los equipos, siempre fuimos muy difíciles de vencer. Nadie se llevaba los puntos fácil. Menos aún jugando en Caballito. También destaco la ambición de mejorar día a día, torneo a torneo, siempre intentando superarnos y crecer un poquito más. Desde esos inicios muy difíciles en cuanto a resultados y condiciones de entrenamiento al título del 2014 hubo un gran recorrido del cual estoy orgulloso. Nos forjamos como equipo desde cero, muy a pulmón, con mucha humildad y sacrificio.

- Explicanos porque habiendo terminado quintos y SITAS en séptimo lugar ascendieron y jugaron la final por el título.
- La Asociación de Hockey de Buenos Aires a comienzos de año determinó que solamente aquellos equipos que contaran con todas las divisiones menores completas podrían ascender a la B y pelear por la clasificación para jugar la final por el título.

- Una vez consumado el ascenso, ¿cómo encararon los partidos siguientes antes de la final?
- Durante todo el año los jugadores juveniles nos acompañaron y alentaron de local y visitante. Recuerdo especialmente el último partido de la fase regular donde llevaron fuegos artificiales y se armó un gran festejo ya que jugábamos de local y pudimos celebrarlo junto a nuestras familias, amigos y en casa.

- ¿Cómo vivieron la semana previa a la final con SITAS? ¿tenían ansiedad por jugarla? ¿la postergación de la primera final por lluvia les generó más ansiedad?
- Las semanas previas las vivimos con la emoción a flor de piel y mucho sentido de la responsabilidad. El hecho de poder jugar una final nos paraba frente una oportunidad histórica y estábamos convencidos de hacer todo lo posible para aprovecharla.

- ¿Qué aspectos del juego corrigieron de cara a la dos finales?
- Entrenamos mucho. Muchísimo. Quizás más de lo aconsejable. Pero así lo sentíamos en ese momento. Frente al desafío teníamos la convicción ir hasta lo imposible para reducir el margen de error e intentar afinar detalles para sentirnos seguros y confiados a la hora de la verdad. También trabajamos especialmente el aspecto psicológico y el entrenamiento mental. Contratamos a un profesional (Nicolás Machín) que nos ayudó a realizar visualizaciones de partido y tratar, dentro de lo posible, manejar las emociones.

- ¿Por qué decidieron concentrarse? ¿cuánto tiempo lo hicieron y en cuánto los ayudó?
- Fue una propuesta de nuestro entrenador que todo el grupo acompañó. Como era un gasto que salía de nuestro bolsillo, alquilamos un hotel muy modesto en el barrio de Once que en definitiva nos sirvió para concentrar la noche previa a cada instancia de la final (ida y vuelta), hacer alguna charla, desayunar, almorzar e ir todos juntos al partido. Fue una muy buena experiencia.

- ¿Cómo viste el primer partido?
- Lo absolutamente impresionante fue el marco en el que jugamos. En primer lugar por la cantidad de gente que nos vino a alentar y la tremenda hinchada que nos acompañó. En segundo lugar porque jugábamos en Muni (Club Ciudad de Buenos Aires) donde en simultáneo se jugaban otros play-off y finales del Metropolitano. Participar como protagonistas de un evento así para todos nosotros en ese entonces era algo soñado. En cuanto al primer partido en si fue de un desarrollo friccionado, con un tiempo para cada equipo, que terminó en empate 1-1.

- En el segundo partido remontaron un 0-2, para ganarlo 3 a 2, ¿por dónde pasaron las claves para ganarlo?
- Resumir una final es muy difícil porque debería resaltar a todas las personas y acciones que contribuyeron a que suceda. Creo que fueron múltiples aspectos los que confluyeron para que sea posible. En la parte física estábamos impecables gracias a nuestro PF Giuliano Prioriello. Años anteriores durante nuestras primeras etapas como equipo que tengo que destacar a los PF Víctor Leyden y Torcuato Calvo quienes hicieron el trabajo de base, nos fueron formando, moldeando, permitiéndonos jugar todos los partidos al 100%. Durante ese año 2014 con Giuliano dimos un salto enorme en el rendimiento que sin dudas fue una de las claves al momento de dar vuelta la final. Otra clave fue el aspecto mental que nos permitió sostener la concentración para mantenernos en partido pese a ir perdiendo y poco a poco remontar el resultado. Nos encontramos muy rápidamente abajo en el marcador, antes de los 10 minutos estábamos 0-2. Fueron momentos muy críticos y corríamos riesgo de quedar muy lejos en el resultado si no lográbamos estabilizarnos. Como equipo teníamos una convicción enorme y un hambre de gloría que nos empujaba a ir por más hasta darlo vuelta. Dentro de la cancha, luego del desconcierto inicial, nos mirábamos dándonos aliento entre nosotros porque sabíamos que podíamos. Creo que fueron muy importantes los cambios tácticos que realizó el DT Hernán Fondo en el momento crítico del juego. Eso nos permitió reencontrar el equilibrio defensivo para desde allí construir. Supimos interpretar a tiempo lo que teníamos que hacer, sosteniendo los puntos fuertes y darle rienda al espíritu del equipo en ir para adelante. En ese sentido me parece también fue clave el aspecto defensivo, desde las intervenciones de nuestro arquero Carlos Bombiccino hasta el bloqueo constante de todo el equipo. Cuando estando 0-2, o 1-2 el rival también generaba algunas situaciones que podrían haber ampliado la diferencia, supimos aguantar el asedio. Durante el partido en distintos momentos varios compañeros tuvieron puntos muy altos de juego y cada uno iba tomando protagonismo en diferentes momentos. Hoy día recuerdo a Fabián Labate que tuvo una excelente tarde en la conducción como enganche, a Tomás Indavere y Enrrique "Toto" Pasman que se corrieron la vida, a Rodrigo "el Cata" Villagra que ese día vino con una raqueta y bajó todos los flicks rivales, a Rafa Olmos que desequilibró mucho en ataque y a Gabriel Ruderman que, aun siendo muy joven, no le tembló el pulso para tirar el corner corto que nos dio el gol del triunfo concretando la remontada en el segundo tiempo. Honestamente podría mencionar a todos y cada uno de los jugadores que estuvimos dentro y fuera de la cancha ese día: a quienes nos tocó entrar de titular, a los sumaron desde los relevos, a los que no entraron y a quienes estuvieron alentando, porque todos juntos llevamos el equipo para adelante para conseguir lo que buscábamos.

- ¿Qué sentiste una vez logrado el título?
- Es una emoción muy especial. Indescriptible. Entre otras cosas empecé a jugar al hockey para poder representar al Club y gritar los goles con la de Ferro dentro de una cancha. Poder salir campeón y dar la vuelta fue algo extraordinario. Cuando sonó la chicharra y terminó el partido corrimos todos a abrazarnos en el centro de la cancha. Hubo invasión de nuestros amigos, allegados e hinchas. Esos primeros minutos post partido los viví en el aire, lleno de abrazos, con mucha alegría.

- ¿Cuál fue la importancia de este logro para el hockey masculino?
- Creo que fue el escalón que le dio visibilidad a todo el trabajo que veníamos haciendo en hockey. Desde la captación de jugadores, sumar socios y hacer crecer la actividad, hasta los progresos en la competencia que ya veníamos logrando.

- ¿Qué significó en tu carrera deportiva el ascenso y el título con los "Granjeros"?
- El acontecimiento del título fue un hito en nuestra historia como equipo pero no cambió nuestra esencia. Continuamos divirtiéndonos, disfrutando y aprendiendo tanto de las victorias como de las derrotas, igual que antes. En la vida deportiva es muy fácil caer en el exitismo y creer que el hecho de alcanzar un título o logro te define como "ganador". En lo personal el mayor título es haber aportado mi granito de arena en la construcción del hockey dentro del Club y que las futuras generaciones nos recuerden como los que dimos el primero paso en la actividad.

Nota: Martín Descalzi (@mardes062).
Foto: Luz Maneyro (Nro. 2).

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