Buenos Aires -

"El playón es el lugar donde nos reuníamos, donde aprendíamos y nos divertíamos"
Hoy nuestro invitado es Lautaro Nasta. Empezó a jugar al handball a los ocho/nueve años en Ferro. Después de haber estado más de cuatro años sin jugar, volvió recalando primero en Ferro "C", luego en la tira "B" y el año pasado debutó en Liga de Honor. Se desempeña como central defensivo.

- ¿Por qué elegiste jugar al handball?
Por mi hermano. Íbamos a la primaria y a la tarde teníamos talleres deportivos en el colegio. Él es 2 años más grande, yo estaba en (creo) cuarto grado y él en sexto. Jugábamos al fútbol, y en algún momento él se pasó a handball y yo lo seguí.

- Contanos tu trayectoria y ¿cuándo y por qué llegaste a Ferro?
- El profesor de handball en esos talleres deportivos del colegio era Maiko (Besaso), que era entrenador de infantiles en Ferro. Y un día nos invitó a mi y a algunos de mis compañeros a un entrenamiento en el club, para probar. Y yo me quedé. En ese momento tendría 8 o 9 años, empecé en Infantiles y jugué hasta Juniors a los 18 o 19 años. En esa primer etapa, hasta Cadetes o Juveniles, era mucho más alto que mis compañeros, y eso me daba una ventaja grande. Después cuando todos empezaron a crecer, a ir al gimnasio, la cosa se emparejó bastante. Esa camada tenía un equipo muy competitivo, nos iba bien por lo general. A los 18 o 19, cuando terminé la secundaria, empecé a estudiar y a trabajar. Trabajaba de noche en el Luna Park, y se superponía con los entrenamientos. Algunas veces llegaba a las corridas al trabajo, con el bolso del club. Hasta que en un momento deje de jugar. Y estuve 4 años y pico sin jugar. En el medio nos despedimos del Playón y llegó el Multideportivo. Bah, no llegó. Lo trajeron. Mucha gente, jugadores, padres, y familias enteras lo trajeron. Eso siempre había sido un sueño, jugar en la Liga, hacerlo de local y en nuestra cancha. Para ese momento tenía unos 23 años, ya había cambiado de trabajo y tenía las noches libres para entrenar. Y un día volví a jugar. Honestamente mi idea no era jugar en la Liga. O si, pero como algo muy lejano. Quería entrenar, y jugar en donde se pudiera. De hecho me acuerdo que el primer día que llegué, me encontré con Martín Duhau (que había sido mi entrenador desde Menores, y todavía no era entrenador de la Liga), me dio un abrazo y le gritó al Pulpo (Facundo Herrera): ¡tenemos uno más para Ferro C! Empecé a entrenar, jugué unos partidos en Ferro C, después dos años en Ferro B, y en 2019 debuté en la Liga.

- ¿En qué puesto te desempeñás y cuál es tu rol en el equipo?
- Ya desde hace algunos años que juego en defensa. Mi puesto es de central defensivo, y desde ahí trato de aportar al equipo.

- ¿Cómo te definís como jugador?
- Disciplinado. Escucho mucho a mi entrenador, y trato de hacer eficazmente lo que me pide. Hay algunos chicos que tienen un talento y un repentismo envidiable. Yo no soy ese tipo de jugador, ja. Por suerte juegan conmigo. Lo mío tiene más que ver con estar bien parado, atento y a disposición.

- ¿Tenes algún referente en tu puesto y por qué?
- Referente creo que no. Si me ayudó mucho mirar y escuchar a Marco Arce cuando empecé en la Liga. Él ya estaba cerrando su etapa de jugador, pero tenía eso que yo trato de hacer. Siempre estaba bien parado, y ordenando a sus compañeros.

- ¿Qué recordás de tus inicios?
- De mis inicios me acuerdo del Playón. Para los que jugamos en Ferro hace algunos años, el Playón es mucho más que una chancha. Es el lugar donde nos reuníamos, donde aprendíamos y nos divertíamos. Los pibes y pibas pasábamos tanto o más tiempo ahí que en el colegio o que en nuestras propias casas. De hecho, el Playón es una escuela y una casa para nosotrxs. Además de aprender a jugar al handball, ahí aprendimos a comprometernos con algo que excede por todos lados a nuestra individualidad. Me acuerdo también de Maiko y de Martín, los dos entrenadores que tuve en esas épocas. Ahora lo miro a la distancia y veo cosas que en ese momento me pasaban desapercibidas. Los tipos dejaban la piel por el club, por entrenarnos. En esa época no había tantas pelotas, tantos espacios, o tanto material como tenemos ahora. Ni hablar del techo. Y ellos (y seguramente otros profes que yo no recuerdo) siempre se las arreglaban con lo que había para darnos el mejor entrenamiento con lluvia, con calor o con frío.

- ¿Cuándo debutaste en Liga de Honor y qué recordás de ese momento?
- Debuté en un torneo preparación en Ferro, en 2019. Recuerdo sentirme contento por estar haciendo algo que me había propuesto y para lo cual había trabajado mucho.

- ¿Qué jugador te complicó más cuando te tocó marcarlo y a cuál marcaste mejor?
- No sé cual me complicó más. Si me cuestan más los rapiditos, y sobre todo los que se mueven bien sin la pelota. Esos me parecen los jugadores más difíciles de marcar. La pelota tiene un imán, hay que hacer un esfuerzo muy grande para no mirarla solamente a ella y estar atento a los que esta pasando del otro lado. Algunos jugadores saben aprovechar muy bien eso. Están ahí, y cuando volvés a mirar, ya no están. Y cual marqué mejor tampoco lo sé. Si me acuerdo que cuando terminó los cuartos de final del Súper 4 del año pasado que le ganamos a Sedalo, el "Banchi" Ojea me saludó y me felicitó por como lo había marcado. El tipo es una institución para el Handball argentino, así que lo tomé como algo lindo. De hecho me lo acuerdo todavía, ja.

- ¿Cuánto te sirvió para tu crecimiento haber jugado en Ferro "B"?
- Yo venía del parate de 4 años, y en Ferro B volví a aprender a competir. O mejor dicho, recordé lo que era competir con objetivos muy claros y muy específicos. Queríamos ascender a Primera. Nos costó mucho, porque Ferro B es un equipo muy cambiante. A veces juegan unos, a veces juegan otros. El año que finalmente ascendimos habíamos logrado consolidar una base fuerte de jugadores con muchos partidos juntos, más algunos Juveniles o Juniors y algunos jugadores que venían con mucha experiencia de la Liga. El campeonato y el ascenso fue el mismo año que la Liga salió campeón del Apertura, en 2018. Entrenamos todos juntos: los Juniors, los del C, los del B y los de la Liga, así que ese año fue una consagración para todos nosotros.

- ¿Cómo imaginás el primer partido una vez que vuelva la competencia?
- Me imagino un partido con más ganas y entusiasmo que buen juego, ja. Ganas y entusiasmo de volver a jugar, de volver a competir. Pero también de armar el bolso, de juntarnos antes, e ir a donde sea que haya que jugar. Los nervios previos a empezar el partido.

- ¿Como ordenarias de acuerdo a su importancia y por qué: lo mental, lo físico y lo técnico?
- Ya que me preguntes si lo mental es importante me parece un cambio gigante en cómo vemos al deporte. Siempre entrenamos lo físico y lo técnico, pero de un tiempo a esta parte empezamos a entrenar también la mente. Hace dos años venimos trabajando con Sandra (Ferro) en eso. Y ha sido muy importante, sobre todo en estos últimos meses tan extraños. No podría decirte cual es más importante de los tres. Lo importante es entrenar. Entrenar mucho, y entrenar mejor.

- ¿Qué es el handball para vos?
- El handball para mi ha sido siempre muy estructurador. Durante mucho tiempo los días de mi familia entera se han construido a partir del handball. Ir a entrenar, ir a jugar por todos lados. El deporte me define, y alrededor de eso he construido una identidad.

- Si no hubieras jugado al balonmano, ¿qué deporte te hubiera gustado jugar y por qué?
- Hice natación, jugué al fútbol. Me quedé en el handball.

- ¿Qué cosas te gustan hacer fuera de tu deporte?
- Lo que me gusta hacer es jugar al handball. Y por eso lo sigo haciendo. Por fuera del deporte hago más lo que tengo que lo que me gusta hacer. Como yo lo veo, no hay ningún otro motivo para practicar un deporte, y sobre todo un deporte amateur, que no sea divertirse. Y divertirse de una manera muy particular, entrenando, ganando, e incluso perdiendo. Lo que me gusta es competir, y sobre todo prepararme para poder hacerlo. Es probable que eso también me guste hacerlo por fuera del handball.

- Un sueño...
- Creo que en algún momento uno se pone más modesto con los sueños, por lo menos como deportista. Ahora quiero volver a entrenar con la pelota, y a competir.

Nota: Martín Descalzi (@mardes062).
Fotos: Perisoler (Nro. 1); @Bahrgerhard (Nro. 2).

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