Buenos Aires -

"Viví dos ascensos en la tira "A" y es una locura lo que se vive"
Hoy charlamos con Sabrina Barrera. Llegó a Ferro en el 2011 arrancando a jugar en Quinta división. La volante Verdolaga, que supo jugar también en la defensa, tuvo dos ascensos con "Las Cancheras," y ahora jugando con "Las Granjeras" sueña con otro ascenso y con ver al hockey de Ferro en lo más alto.

- ¿Por qué elegiste jugar al hockey y a qué edad empezaste?
- Arranqué hockey en el colegio cuando era chica, en primaria. La verdad siempre me había gustado el deporte en general, y me anotaba en todo: handball, natación, voley, gimnasia artística, etc. Y un año mi tía me regaló un palo de hockey (era un azul Grays de madera, lo amaba!) y mi tío la camiseta de Argentina de Las Leonas y dije, vamos con hockey también!

- Contanos tu trayectoria y ¿cuándo y por qué llegaste a Ferro?
- Cuando terminé el colegio, la verdad no tenía muy en claro que quería hacer. En su momento, allá por el 2011, Mechi Difilippo (compañera actual de hockey) me dijo que su hermana Flor jugaba en Ferro y que ella se iba a ir a probar. La verdad es que no me lo pregunté mucho y dije: vamos, de una! EXCELENTE DECISIÓN. Llegué a Ferro en el verano del 2011 y me recibió un grupo bastante demente que se hacía llamar "La alfarería". Visto a lo lejos, no teníamos mucho (jaja)... Pero lo dejábamos TODO y fue un año INCREIBLE. Era el segundo año de la Quinta división. Jugábamos de locales en Quilmes y había un grupo gigante de personas laburando para poner una cancha. Hablaban de la importancia de entrenar en NUESTRA cancha, de ser locales en Caballito. Se decía que ese día iba a ser una fiesta, y que teníamos que pintar todo verde y blanco. Francamente, yo iba con la marea. Al poco tiempo, se habilitó la cancha y ese día fue increíble, efectivamente fue una fiesta. Como dije, no tenía los mil años que tenían mis compañeras en el club, ni lo vi en su peor momento. Siendo honesta, fui afortunada porque pocas veces tuve que ir a Quilmes o entrenar en espacios chiquitos. Pero la emoción que transmitían mis compañeras, los entrenadores de ese momento, te hacían sentir en casa. La gente lloraba de felicidad y solo había risas. Te hacían sentir que había que darlo todo, en cada partido, en cada entrenamiento. Y ahí fue cuando de un día para el otro, me enamoré aún más del deporte. Me fanaticé con el club y pasaron 10 años y aquí estamos, con un par de años más pero con la misma pasión. El corazón se pintó verde y blanco, y así quedó. Ese año que llegué conocí excelentes personas, jugadoras, amigas (las cuales siguen siendo hoy en día) y, sobre todo, grandes valores. Le doy gracias a mi amiga Mechi por su propuesta, les agradezco a todos ellos por hacerme parte y por darme algo que me sigue haciendo muy feliz. Y a Sofi (Sofía Nieves), capitana de ese momento y de muchos otros, por haberme transmitido su amor por los colores.

- Jugaste en varios puestos, ¿en cuál te sentiste más cómoda y por qué?
- Si, fui defensora (donde fui parte de "La Cueva") y volante. En cuestiones de comodidad, creo que me sentí más cómoda de defensora. En cuestiones de gustos, me divierte mucho ser volante. Con lo cual, en dónde me necesite el equipo, ahí estaré. Hoy en día estoy jugando de volante y me encanta. Me exijo y sé que debo dar más, siempre. Hay mucho talento en las Granjeras, y siento que debo estar a punto para el año que se viene.

- ¿Tenés algún referente en tu puesto?
- Una referente, si. Flor Difilippo. Imposible tener su calidad técnica y física, es una nave de otro nivel. Pero es una gran referente que siempre recordamos en el club. Hoy está cuidando a su beba hermosa, pero estoy segura que si le damos un palo y una bocha, la rompe como siempre.

- ¿Quién fue tu primer entrenador y qué fue lo primero que te enseñó?
- Mi primera entrenadora en el club fue Lula (Lucila Otero). Me enseñó todo! Desde las posiciones en la cancha, hasta el compromiso y los valores que hay que tener si se quiere jugar en un club y, específicamente, en Ferro. Yo venía de jugar de 7, en el colegio, sin entender mucho. Recuerdo una anécdota muy graciosa dónde Lula me dijo "Anda de stopper" y yo la miée y le dije, no sé qué es eso. Realmente no sabía. Por suerte, me tuvieron un poco de paciencia.... Excelente persona y entrenadora!

- ¿Qué recordás de tus inicios?
- Luego de la Quinta, vinieron dos años en la segunda división. Los considero como años de aprendizaje y perseverancia fundamentalmente. Mi intención era seguir creciendo como jugadora, así que con ese objetivo siempre entre ceja y ceja, no dejé que mis sueños se interrumpan. Seguí laburando para ser mejor y poder avanzar. Conocí nuevas personas, hoy en día también amigas. Ahí es dónde te das cuenta que en el club uno se va armando de una gran familia. En el club, uno siempre tiene lugar y uno aprende que ese lugar puede cambiar y eso no puede bloquear los objetivos personales ni grupales. Y un día, un excelente día, se abrió la posibilidad de volver a la tira A. Con el desafío que implicaba, con los miedos que generaba eso, se abría la oportunidad de poder representar al club en la categoría más alta que existía entonces. Oportunidad única. Algunos años más tarde, parecía que el mundo se caía de nuevo porque no tenía más un lugar representando a las "Cancheras" y una vez más, unas nuevas puertas se abrían, y ahora me tocaba ser Granjera. Costó mucho menos de lo que pensaba, ya que descubrí un excelente grupo y el sentido de pertenencia fue el mismo, la pasión la misma, y había nuevos desafíos que encarar. Nuevas compañeras, entrenadores, amigas, otro sistema de juego. Todo nuevo e igual de bueno o mejor porque era una gran y nueva oportunidad.

- ¿Cuándo debutaste en Primera y cómo viviste ese momento?
- Día único. En esa época nos enviaban por email el día anterior al partido una imagen con los puestos que iba a ocupar cada jugadora el sábado. Y me llegó un email y aparecía "SABRI" en la foto, volante izquierdo. No lo podía creer.
Y jugué, posiblemente con mil millones de miedos, de equivocarme (y seguramente me equivoqué). Pero jugué y fue increíble. Obvio mi viejo afuera apoyándome siempre (desde ese día hasta cuando me rompieron la ceja en otro partido). Momentos únicos con personas que te aguantan en las buenas y en las malas.

- ¿Qué partido recordás más y por qué?
- El partido que más recuerdo fue uno contra Arquitectura con la tira A. Gol de Flor de revés sobre el final. Tenemos una foto de un abrazo entre todos, usábamos el equipo negro y naranja. Le sacamos la posibilidad del ascenso. En ese momento no habíamos logrado llegar a ascender nosotras ni estábamos cerca de competir por algo, pero siempre tuvimos la ambición de seguir creciendo como equipo y ese hambre es el que llevó a lograr dos ascensos a lo largo de los años (NdR: el 24 de Octubre de 2015 por la vigésima sexta y última fecha del Torneo de la Primera "E" zona "1", Ferro igualó en Caballito 1 a 1 contra Arquitectura "B").

- ¿Cómo viviste los dos ascensos con "Las Cancheras"? ¿qué tuvo para vos de especial y diferente cada uno?
Los ascensos con las Cancheras fueron tremendos. El primero fue el resultado de muchos años trabajados, de mucha historia. De romper con un paradigma para crear una NUEVA historia. Un nuevo capítulo, en realidad. No olvidar de donde venimos pero si entender que estábamos para empezar a vivir nuevos desafíos. Así lo viví. Abrazadas con amigas, llorando, una experiencia inexplicable. No había ascendido nunca con ningún equipo, con lo cual fue un momento único. Inolvidable. Nunca me voy a olvidar como festejamos, hoy seguimos recordando cada momento!!! El segundo año, muy emocionante también. Pero en este caso, se vivía distinto. Se reconfirmaba algo que se había trabajado durante todo el año. Las condiciones estaban dadas, aunque al principio parecía inviable. A nivel personal, yo lo viví distinto, creo que desde otro lugar.. acompañando y sintiéndolo como jugadora de Ferro. Feliz de lo que pasaba y orgullosa de llevar los colores. Fue un momento increíble, un antes y un después en el equipo y en todo Ferro. Ferro llegaba a la C, volvía a estar en lo más alto..... era un hito!!!!

- ¿Cómo viviste el año pasado sin competencia?
- Durísimo. Entrenar por Zoom, no ver a mis amigas/compañeras/entrenadores. No volver tarde a casa. No poder correr. Llegamos a correr adentro de nuestros departamentos de 2x2. Tuvimos que ser fuertes mentalmente, no flaquear. Aprovechar esos encuentros virtuales como cable a tierra. Particularmente, me di cuenta de lo importante que es para mi el hockey y la necesidad de seguir jugándolo. A veces uno se da cuenta lo que valora ciertas cosas, cuando no puede hacerlas. Dicho y hecho, 30 chicas en un Zoom saltando en nuestras casas, armando nuestros gimnasios. Se extrañó mucho los sábados, la competencia... pero todo pasará, y habrá sido aprendizaje. Mérito absoluto de los entrenadores dónde se conectaban y estaban siempre atentos y predispuestos a dar lo mejor de sí para que no nos desmotivemos.

- ¿Qué expectativas tenés con "Las Granjeras" para cuando vuelva la competencia?
- Tenemos expectativas grandes, es un excelente equipo, con muchísimo talento. No voy a decir que nos merecemos que se cumplan nuestros sueños y expectativas, porque no siempre depende de variables que podemos manejar (hubo hasta una pandemia que nos impidió jugar durante todo un año?). Pero vamos (y voy) a dejar absolutamente todo por esas aspiraciones. Quiero ver a las Granjeras ascender, construir una identidad de juego que nos permita conectar en la cancha. Estamos laburando día a día para aportar a eso. Sabemos lo importante que es para el club pero sobretodo para nosotras tener esta identidad que nos va a permitir llegar a lo más alto.

- ¿Se puede disfrutar al hockey o la vorágine del partido te lo impide?
- Hoy en día, a mi edad (me siento una vieja jajaja, pero soy de las más grandes), si bien a veces es inevitable no enojarse o frustrarse por un mal partido o por una seguidilla de errores, hay que disfrutarlo. Convertir ese enojo en fuerza e intentar cambiar la cabeza para poder volver al eje. Trabajamos mucho en la semana para no disfrutar tan lindo deporte. El apoyo de mis compañeras es fundamental también y hace que uno disfrute todo el combo: que sea sábado, ponerse las medias, las canilleras, los botines y salir a la cancha.
Un partido, al menos a mi, puede cambiarme para bien o para mal el humor de toda la semana... pero en el momento del partido, realmente lo disfruto un montón.

- ¿Qué lugar ocupa el hockey en tu vida?
- Y, hockey es todo. Hoy tengo que laburar, mantener mi casa ordenada, mi vida, familia, relaciones, amigos. En definitiva, un balance... pero al final, si bien atravesamos distintos laburos, circunstancias... Hockey se mantiene a lo largo del tiempo y es porque realmente lo disfruto. Cada año cansa un poco más la dinámica (y duelen lugares del cuerpo que antes no dolían, jaja), pero lo sigo eligiendo como parte de mi vida. De hecho, muchas veces uno organiza su vida en función a hockey porque es un compromiso que vale la pena. Es muy difícil de entender para aquellos que no lo viven así, pero es mi gran pasión.

- Si no hubieras jugado al hockey, ¿qué deporte hubieras practicado y por qué?
- Creo que hubiese hecho handball. En cuarentena, cuando lo único que se podía hacer era jugar al tenis, me anoté también en clases. Obviamente no es lo mismo, pero me permitió "competir" contra alguien. También me recibí de personal trainer en cuarentena, y sigo aprendiendo un poco de eso. La verdad es que para no perder la cabeza, cada uno se la fue rebuscando para mantenerse lo más activo posible en estos tiempos complicados. En definitiva, hubiese estado involucrada de alguna forma con el deporte en general. En 2019 cuando terminó la temporada, como si no fuera poco, armamos un equipito de fútbol con las chicas también y nos divertimos un montón.

- ¿Qué otras cosas te gustan hacer fuera de tu deporte?
- Me gusta viajar, ver a mis amigas, leer, salir a comer/tomar algo, jugar al tenis, andar en bici. Nunca fui de ver series ni películas, con lo cual escucho bastante música. Me encanta bailar aunque tengo dos pies izquierdos, jaja.

- ¿Estudiás? ¿dónde?
- Estudié. Soy Licenciada en Administración de la UBA. Me acuerdo cuando estudiaba y cursaba a las 7 AM en Córdoba y Junín, y entrenábamos hasta las 12 de la noche. Me quedaba dormida en cada bondi y en cada boliche (tengo varias fotos durmiendo en los sillones jaja)!!! Hoy en día, laburo y próximamente vuelvo a estudiar (Diseño Web).

- Un sueño...
- Un sueño es ascender con las Granjeras. Queremos jugar en la siguiente división (y por qué no seguir ascendiendo después?), competir ahí, ver de que somos capaces y demostrarnos que estamos para más. Viví dos ascensos en la tira A y es una locura lo que se vive. También un sueño es ver al club en LO MÁS ALTO. Caballeros, Damas A, Damas C, todos. Que sigan existiendo tiras, que las menores sigan conociendo los valores y sigan creciendo como jugadoras. Con compromiso, voluntad, el sueño es siempre llegar a lo más alto posible.

Nota: Martín Descalzi (@mardes062).

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